viernes, 8 de marzo de 2013

On your mark, get set, go!!!!


Aquí estoy “de vuelta al ruedo”, aunque quizás esta expresión no sea la más adecuada para lo que pretendo expresar, pues precisamente su significado viene a ser lo contrario. 
 


 

Y buscando, buscando… lo que encuentro es “premio concedido al diestro por el público, en agradecimiento a una buena faena. El torero recorre el ruedo, tras lidiar al toro, recibiendo el aplauso de los espectadores. Igualmente se concede la vuelta al ruedo, durante el arrastre, a los toros que han tenido buena condición para la lidia

Entonces… ¿toro o torero?

Si echamos la vista atrás y hacemos resumen de mi última etapa, ciertamente lo que no me siento es torero. Últimamente se me hace todo muy cuesta arriba, desde mi lidia en la San Silvestre y lo que vino después, el bajón de forma, el esfuerzo, aunque consiguiendo más o menos los objetivos, al final una mala faena y por lo tanto… ni premio, ni vuelta, ni aplausos, ni agradecimiento. Hoy desde luego, no soy torero.

¿Entonces es el toro quién ha dirigido mi camino? Un ser irracional que se ha dejado llevar por un color, que se ha visto acorralado en esa jaula redonda, que ha embestido de forma impulsiva y por instinto.

“¿No ves el toro que cava la tierra con su pezuña?
Antes de embestir al hombre ya le abre la sepultura”
Juan de Iriarte.

Ha sido ese toro quién ha cavado mi propia tumba. Ha peleado hasta el punto en el que me ha dejado sin fuerzas, me ha llevado al límite sin pensar, dejándome en un estado de forma del que no consigo salir.

Después del campeonato en El Escorial, dado que no pudimos ir al Campeonato de España, paré una semana para descansar, recuperarme de mis molestias, reflexionar y tomar decisiones… otros objetivos y nuevas experiencias.

Dicho todo esto, cambio de tercio y de coso.

Desde la talanquera huchea al toro cualquiera; en medio del coso es donde ha de hacerlo el valeroso”.




Sinceramente, últimamente me apetece más quedarme detrás de la barrera, mi cabeza me bombardea constantemente para dejar el valor a un lado y no afrontar más retos. Lo intento, salgo a correr, intento buscar mis ritmos, sensaciones que me hagan sentir bien, pero no me encuentro… las piernas me pesan, vuelven las molestias, no puedo respirar, me ahogo… ¿qué me está pasando? Lo sé, soy consciente de que el mérito está en torear en los medios, en los terrenos de la plaza más alejados de la barrera, ponerse bajo la lluvia o contra el viento, respirar el aire frío de este invierno, ponerme otra vez en una línea de salida y hacerlo.

Así es que, una vez más me levantaré y lo intentaré (disculpe Sr. Maestro Yoda), me apetece probar, voy en busca del valor para enfrentarme a ese toro interno que no me deja dar la vuelta al ruedo, cambio de tercio, voy al centro del coso y allí entraré a matar.

Decididamente tengo que olvidar, tengo que intervenir, no puedo dejar que siga siendo mi mente la que domine la situación… ¡voy a por ti!

On your mark, get set, go!!!!




La pista me espera, sé que será dura, los entrenamientos serán más exigentes todavía, requerirá una nueva forma de pensar, requerirá más esfuerzo y más valor. Pero quiero vivir esa experiencia y sentirme un poquito más atleta, saber que se siente cuando te colocas en la línea, concentración, esperando el disparo de salida, quizás el silencio y correr a todo lo que las piernas puedan dar. Soy consciente de que es dura a nivel psicológico y emocional, que voy a tener momentos de duda en los que me preguntaré si es para mí o no, flaquearé y sufriré pero espero que me ayude a encontrarme, a ponerme en mi sitio y que la satisfacción personal de haberlo intentado siga manteniéndome enganchada a este deporte.

Por ahora han sido dos semanas de entrenamientos las que me están llevando a mi nuevo objetivo. La primera de ella, tras el descanso, ha sido bastante dura, porque me he sentido lenta, como decía muy ahogada por la respiración, con la sensación de no llegar, con la sensación de que no voy a recuperar la forma, con la sensación de haberlo perdido todo. Empezando con rodajes y con circuitos de fuerza que han conseguido que vuelva a tener ¡otra vez agujetas! No me lo puedo creer. Y la segunda semana metiendo un poquito más de calidad, rodajes más rápidos, algunas series cortas… aún así todavía, no encuentro mis ritmos, no sé lo qué me espera, quizás hasta toque la pista pronto, porque de momento sigue siendo para mí la “gran desconocida”.

“Veinte mil corazones laten en un silencio claro y caliente. Brindis.”
Manuel Machado.

“…no hace aún cuarenta años que los toreros de profesión, al ir a brindar la muerte del toro al rey o reina, hincaban la rodilla en tierra, saludando humildemente."
La Lidia, José Sánchez de Neira, 1890.

Gracias por enseñarme el camino, gracias por ayudarme a seguir en él, gracias por acompañarme y estar a mi lado, gracias por aguantarme y comprenderme… va por ustedes.

A vosotros os brindo este toro.




NOTA: aunque en esta entrada he utilizado terminología taurina, quiero decir que ni entiendo de torear, ni de toros, que no me gustan y por supuesto, que no estoy a favor del trato que reciben los animalillos. Las he utilizado porque hoy en día hemos incorporado muchas de sus expresiones a nuestro lenguaje coloquial y habitual, la metáfora del valor del torero ante el toro es un reflejo de cómo afrontamos los problemas y las situaciones en nuestro día a día. Así es que espero no molestar a nadie y si lo he hecho, pido mil disculpas.