miércoles, 26 de octubre de 2011

Tercer escalón hacia NY

“La felicidad está en nosotros, en nuestra mente… todo lo malo que ocurre a nuestro alrededor es sólo una invitación que no tenemos por qué aceptar”.

Hoy quiero empezar con estas palabras que he escuchado en el taller de relajación de las 8:30h. Media hora tomando conciencia de la respiración, abandonando el cuerpo al vacío, dejando que nuestros pensamientos se liberen de la cárcel en la que les tenemos sometidos… ¿será cierto que con la mente podemos casi todo? ¿por qué no nos lo creemos?

Yo lo estoy intentando desde el primer día que las escuché, cada día que pasa hago por tomar conciencia de ello, cuando algo se apodera de mi mente intento apartarlo, desecharlo, escribirlo para sacarlo de mi interior y la verdad, si dijera que es fácil mentiría… pero no por ello hay que dejar de hacerlo, no hay que rendirse.

No, no me rindo… esta es una prueba dura, difícil, larga, a la que hay que tener respeto, pero ante la cual no hay que rendirse; es una prueba en la que el tándem mente – cuerpo se hace fuerte, inexorable, inviolable… es una prueba donde tanto la cabeza como la preparación física son igualmente importantes, ambas tienen su momento, su lugar, su función. Así pues, después de tanta preparación física, que ya está llegando a su fin, viene la preparación mental, no sólo necesaria para una prueba de estas características, sino en general para nuestro día a día… en general para nuestra vida y tenemos que creérnoslo porque funciona.

 
Semana del 17 al 23 de octubre
Cierro la semana con prácticamente 83 km. Claramente la semana de más carga después de ese punto de inflexión de la semana pasada, ese parón de fin de semana por la amigdalitis… creo que he recuperado fuerzas y ahora, hoy… tengo unas agujetas de morirme. Pero estoy contenta, entrenamientos con diferente enfoque, prácticamente todos realizados a un hipotético ritmo de maratón de 5’, cambios de ritmo y por supuesto como no, un día de cuestas (2x10x100m) que pensé se me harían más difíciles y cuál fue mi sorpresa que se me hicieron muy llevaderas, todo, cuestión de mente. Y llega el fin de semana, para empezar el sábado 15 km a ritmo de 5’ que no me supusieron excesivo problema en cuanto a pulso se refiere, pero que hice por caminos con bastantes toboganes y que en cierta forma me cargaron las piernas. ¿Y el domingo? Se presentaba la media de Fuenlabrada, que en un principio tenía pensado competir pero que en último instante se convirtió en un entrenamiento más a ese mismo ritmo, 21 km a 5’ sin pasarse, con cabeza, controlando, regulando. Y eso es lo que pretendí.

La noche antes de una carrera, aunque no la vaya competir me pongo muy nerviosa, me cuesta dormir y en definitiva… no paro de darle vueltas, porque aunque era un entrenamiento, sabía que me pondría el dorsal e iría por encima “de lo pactado”. No me equivocaba. Llegamos sin prisas al polideportivo de salida Ruth, Alfredo y yo, tranquilamente cogimos el chip, dejamos las mochilas en el ropero y nos pusimos a trotar un poquito. Encontramos entonces al resto de compañeros, Jose, Mario, Miguel y Nacho, que ya habían rodado entre 3 - 4 km antes y que por supuesto, estaban listos para darlo todo. Mientras tanto, yo a mi ritmo.


Este año la media de Fuenlabrada presentaba una novedad, un circuito de 10 km al que habría que dar dos vueltas, además habían cambiado el recorrido y el perfil se había endurecido bastante con respecto a otros años. No iba a ser una prueba fácil y yo lo de dar vueltas a un mismo circuito, no lo suelo llevar muy bien, pero como era un entrenamiento, me lo tomé de forma muy relajada y además pensé que los 15 km del día anterior, me pasarían factura. Nos colocamos entre la gente y casi ni me di cuenta de cuándo dieron la salida, oigo a Ruth decir “¿ya?” y acto seguido la gente se mueve, me despido de ella de forma muy rápida y empiezo a correr, tranquilamente y con una frase en la cabeza que me acompañaría toda la carrera “hoy no se compite que es sólo un entrenamiento”. Y eso intento, llevar el ritmo a 5’ pero cada km que pasa veo que se me va a los 4’35, soy consciente de que me estoy pasando pero me encuentro bien, no noto mucho la carga del día anterior, voy cómoda… y empiezan a cruzar corredores en el otro sentido, Nacho, Jose… los animo… luego Miguel, le animo también y Mario al que también animo y por supuesto, siempre pendiente de mí, me dice que con cabeza, que vaya tranquila. Así voy, subiendo y bajando cuestas hasta que llega el km 5 y empiezan a pasarme las primeras chicas, me sorprende porque van rapidísimo, así es que pienso que estarán compitiendo en el diez mil, de todas formas me da igual y me digo “yo voy entrenando y además, la carrera es muy larga, no importa cómo empiezas, sino cómo acaba”, con lo que sigo a mi ritmo. Voy charlando con un par de chicos, última cuesta por el km 8 y tenemos 2 km de bajada hasta el polideportivo, donde se completa la primera vuelta. Regulo y bajo el ritmo en la subida y me centro en la bajada para no fundirme, sino que la tomo para recuperar. Pasamos por la puerta del polideportivo y para mi sorpresa, veo que no se mete ninguna de las chicas que llevaba delante y pienso “¡vaya! pues sí que van fuertes, qué máquinas, bueno pues yo a lo mío… seguro que Ruth debe ir cerquita entre las primeras”. Nos adentramos en el polígono y en la primera cuesta, adelanto a una de las chicas, la llevo cerca cuando llego a la bajada y veo a Claudio, haciendo fotos y que me dice “a ver si empezamos a correr ya”, pero yo no doy más, voy rozando los 4’30 y no puedo ir más rápido porque quedaba una vuelta completa y venía una de las grandes subidas, donde adelanto a otra chica.

Como un deja vu, vuelvo a ver a Nacho que va muy bien y concentradísimo, a Jose que me saluda, luego pasa Mario que me grita “esa chica” y por último mientras bajo, Miguel que sube y me dice “vas cuarta”, pero eso ya lo sabía y no estaba en mi cabeza apretar más. Así es que llego al final de la cuesta, vuelta y para arriba, otra bajadita y me encuentro a Miguel que se está dando la vuelta y me dice “estoy fuera de carrera, se me ha ido y la cabeza me ha podido, te acompaño”, yo encantada de ir con un compañero se lo agradezco. Vamos charlando y vemos a la que iba tercera, Miguel me dice que si apretamos la cogemos en la cuesta, pero no quiero apretar, no quiero fundirme, mejor regular en la subida. Le digo que me voy a tomar el gel en el avituallamiento del km 15 (gracias Mario por estar siempre pendiente de mí y dármelo, olvidé los míos en la mochila… ¡qué desastre!). Me cuesta tragar el gel, no puedo mantenerlo mucho tiempo en la boca porque me asfixio, no puedo respirar bien, así es que me lo trago rápido aprovechando la bajada. Vemos a mi amigo Jose haciendo fotos (siempre incondicional de las pruebas de Fuenlabrada), le saludo y sigo, Miguel me lleva un poquito más allá, le sigo el ritmo casi sin darme cuenta y cogemos a la tercera chica en el inicio de la siguiente cuesta. Ya voy bastante fundida, me duelen los cuádriceps, noto las piernas muy cargadas pero no paro, Miguel me anima “muy bien Rak, menudo tiempo incluso en subida”, aprovechamos el llano para ir más rápido, siento dolor en el isquio y glúteo derechos pero no bajo el ritmo. La segunda chica está delante a unos 200 m. Por fin llegamos a la última cuesta, otra vez saludo a Jose y la subo sin agobiarme (parece que el trabajo de cuestas está teniendo resultado), es el km 19 y quedan los dos de bajada que nos llevan al polideportivo.

No sé a cuánto iríamos, a mí me pareció que volábamos, debíamos de ir por debajo de 4’, Miguel se pone delante para cortar el aire que de repente nos saludó en lo alto de la cuesta, alargo zancada pero no puedo ir más deprisa, sigo teniendo delante a la segunda chica, no puedo alcanzarla, las piernas me están gritando que pare, pero ya queda poco, hay que exprimir hasta la última gota (lo siento no puedo controlarlo aunque me pese después). Entramos en el poli, qué emoción, oigo gritos, no me puedo creer que haya que dar una vuelta a la pista, ¡últimos 400 m!, la speaker que dice mi nombre y mi posición, mi hermana que se acerca, se pone a correr a mi lado y me anima “venga que vas tercera, muy bien, te queda poco, corre, dale fuerte” y llego hasta el arco de meta donde cruzo en 1h37’45’’ junto con Miguel (gracias compañero por esos últimos km).

Fotos, abrazos y besos con mis compañeros, mi tío, Mario, mi hermana que ha entrado la primera en los 10 km (muy bien maquinilla, cuánto me alegro… te ha picado el bicho y al final caerás en las redes del atletismo, lo llevas en las patas), mi madre, mi padre, más familiares, mis niños… ¡qué subidón! Un escalón más hacia Nueva York.


Tercer escalón del podium sin proponérmelo, sin tenerlo planificado, sin perseguirlo y donde he de decir que la mente me ayudó mucho, el pensar tranquilamente que era un entreno, en el esfuerzo justo, que podía hacerlo si me controlaba, me demostró que funciona.

La mañana terminó con las carreras infantiles, donde los niños disfrutan y se dejan la piel como si fuera la carrera de su vida (creo que es la parte más bonita de esta prueba) y la posterior entrega de trofeos con subida al cajón. Me gusta esta carrera, no por el recorrido que es un poco feo (Fuenlabrada no da para mucho), ni por el perfil que es duro, creo que está muy bien organizada y medida, el ambiente es muy bueno, permite pasar un bonito día en familia y después de todo, es mi ciudad y estoy en casa.



Cerramos el día con una comida excepcional, en compañía de muy buenos amigos con risas, charlas y buenos ratos que al final hacen de este deporte, algo más que correr. 




Sin lugar a dudas esta es la canción de la semana… ¡¡¡qué grande Frank!!!
¡¡¡Qué grande NY!!!


miércoles, 19 de octubre de 2011

2 semanas 2

Sólo dos semanas me quedan… y otras dos semanas más que cierro.


La verdad, cada día que pasa, los nervios me agarran más fuertemente, no me dejan ir libre y los entrenos se me van haciendo cada vez más duros, me son más difíciles de realizar, siento las piernas como losas y me encuentro cansada… será esto lo que toca? Es así como se siente una cuándo está a dos semanas del gran reto?

Los miedos empiezan a florecer, me visitan día sí, día no… si estoy tan cansada, ¿seré capaz de echar a correr? ¿cómo será la salida? ¿qué pasará en la primera subida? ¿cómo fijaré el ritmo? ¿cómo me voy a encontrar? ¿cómo pasaré cada km? ¿en qué condiciones llegaré a la media? ¿cuándo sentiré dolor? ¿responderán mis piernas hasta el final? Y más, más y más… es un sinfín de preguntas sin respuestas, es el miedo a lo desconocido, es la impaciencia porque al final, todas las respuestas estarán allí. Sólo una palabra: RESPETO.

Honor a quien honor merece.
Respetar es empezar a ganar la guerra.
Respetar es: dejar ser.

No olvidéis estas frases… volveré a hablar de ellas.

Semana del 03 al 09 de octubre
En esta semana me llevo en las piernitas 86.7 km, es la semana en la que más km he metido y como en las anteriores, han sido entrenos de ritmos tranquilos, en buena compañía, frescos, matutinos y como no… una mañana dura de 8x400 cuestas que acabaron con mis energías, definitivamente, tengo que trabajar más este tema con “la cabeza”.
De nuevo, en esta semana, el entreno más importante fue el del domingo. Ese día tocaban 28km a ritmo lento, por debajo de 5’10 de media y acabando en progresión a 4’50. Lo cierto es que la distancia no me daba miedo, ya he hecho tiradas de más o menos esos km, pero lo del ritmo… era otro cantar y sí me preguntaba cómo lo iba a gestionar, aparte de notarme ya bastante cansadilla. De nuevo, hicimos el entreno Mario y yo juntos, algo que viene siendo habitual los fines de semana y que si no fuera así, creo que ya no podría hacer este tipo de entreno El circuito fue el habitual, saliendo desde casa cruzando unos cuantos parques, caminos cercanos a las autovías y al menos, esta vez, no hacía excesivo calor porque fuimos a una hora razonable. No es un secreto que últimamente estoy pasando una racha emocional algo inestable, así es que, hubo algún que otro momento duro y de “crisis” durante el entreno que me hicieron dudar de si seguir o no adelante con todo esto. Los primeros km fueron tranquilos, hablando de nuestras cosas, cogiendo ritmo, controlando pulso… llegados como al km 7, compramos unas aguas y reponemos, seguimos, vamos aumentando ritmo, el pulso empieza a subir, alguna cuestecilla que otra (no es un circuito plano y fácil) y seguimos. Llegamos como al km 16 y las piernas ya empiezan a quejarse, sin embargo vamos a buen ritmo, un trocito llano, nos adelanta un ciclista que nos anima “¡muy buen ritmo chicos!”, el paisaje no es precisamente bonito (pero es el nuestro) y ahí vamos en torno a 4’30.
Seguimos rodando e intentando apurar algún que otro km más antes de tomarnos el gel, todavía quedan bastantes km, no hay que precipitarse, pero la cabeza ya empieza a jugarme malas pasadas. En el km 20 entramos por los caminos y decidimos tomar el gel; no estoy acostumbrada a digerir este tipo de cosas, me cuesta bastante mantenerlas en la boca, no me sientan muy bien cuando me caen en el estómago y al final, tardo en asimilarlas. Pero lo que es la “mente” y la forma de ver las cosas, unas palabras a tiempo, imaginación y el gel entra solo, sin problemas y sienta estupendamente, como si fuese un plato exquisito. Y con energías “renovadas” seguimos bajo el sol, ahora sí algo más abrasador y a un ritmo por debajo de 5’, intentamos ir bajando en cada km… ¿cuánto queda? Pero Mario no me quiere contestar, sin embargo su pulsómetro me lo chiva y me doy cuenta de que aún quedan 4 km, me vengo totalmente abajo, no puedo mover las piernas, me duelen los cuádriceps, los isquios, los gemelos… no puedo respirar, me falta el aire, empiezo a darle vueltas y a no verle sentido a todo aquello, pienso en mi estado de ánimo actual, respiro agitadamente, si esto me pasa en un entreno de 28 km, ¿qué me pasará el día de la carrera?, la ansiedad me invade y rompo a llorar, quiero parar, no puedo seguir, casi me paro, bajamos el ritmo (se nos va a 5’08), pero Mario está ahí, sigue ahí, me habla, me anima, me apoya, me ayuda y me hace seguir adelante… cojo aire, desecho mis pensamientos, me tranquilizo y me obligo a seguir, hay que terminar y ya sólo nos quedan 3 km. No sé cómo lo hago, no soy consciente de ello, sólo veo a Mario a mi lado, le oigo pero no le escucho, él me lleva, yo le sigo, los últimos km caen a 4'52, 4'46 y 4'39… escucho el pulsómetro, por fin 28 km, me paro, un abrazo… ¡gracias!.

El entreno fue intenso, creo que sufrí un amago de lo que podría ser el maratón, he de decir que la mente es fundamental en todo esto, nunca lo he dudado, ahora estoy más que segura de que es una carrera de cabeza, hay un gran componente psicológico que hay que tener muy presente, controlarlo y dominarlo. Una vez en frío, casi sin poder andar, ¡subidón!.
Después del esfuerzo físico, el día continuó de una forma excepcional… dos horitas en un SPA relajándonos entre chorros de agua, saunas, baños fríos y duchas, con una comida espectacular que dio un cierre mágico a la velada… será difícil de olvidar.


Semana del 10 al 16 de octubre
En esta semana, no hay mucho que contar… 44.6 km, muy pocos debido a las circunstancias. Sólo han sido 3 días de entrenamiento porque el viernes caí enferma con amigdalitis y fiebre, con lo que no he podido realizar las tiradas más largas e importantes del fin de semana.
Tan sólo destacar el día de las cuestas, siempre tan duras, tan difíciles, tan exigentes, no tienen piedad, te machacan, te dejan sin fuerzas… uf! La sesión era dura, 4 km de calentamiento y después 10 cuestas de 400 m, más otros 4 km al final. Se hacen muy largas y muy duras este tipo de cuestas, no sé si por la pendiente, el calor, la distancia en sí… pero ese día no tenía yo muchos ánimos para ejecutarlas… hice las 3 primeras en 2’’ y me paré, estaba exhausta y no quería seguir, una vez más, estaban allí Mario y los niños animándome y empujándome a subir… volví a intentarlo, un poco más lenta hice otras 2, ya iba por la mitad, volví a sentarme, otra vez, no quiero más… “venga en dos bloques, baja más el ritmo, es mejor hacerlas lentas que no hacerlas” y me dije, “vale hago 8 y ya está” y así fue, llegué a la octava y cuando fui a parar, el último empujoncito, un último respiro y total, si sólo quedan 2, ¡ánimo y hasta la décima! La verdad es que aunque a veces se pasa mal, se sufre, cuando al final lo consigues y te das cuenta de la capacidad de superación que tenemos, la cantidad de energía que podemos sacar aunque creamos que se nos ha agotado, es cuando de verdad te sientes satisfecha contigo misma… y es lo mejor que hay.


Como digo, no mucho más, porque desde el viernes que me tocaba descansar y me puse enferma, no volví a entrenar. Sin embargo, el domingo un par de cositas a destacar. Nuestro chiquillo nos pidió que le lleváramos a una carrera en Villaviciosa de Odón, así es que, allí estuvimos durante la mañana. Es increíble las ganas con las que se toman estas carreras los niños, el esfuerzo que hacen, la ilusión que ponen, sus nervios, cómo chispean sus ojillos, cómo transmiten alegría, cómo se lo toman tan en serio… y qué felices les hace una bolsa de chuches o un simple trofeo familiar que dan a todo el mundo. Ellos se sienten importantes, completos y satisfechos, así pues, con eso me quedo. Después acompañé a Mario en bici, mientras hacía su tirada larga (buen trabajo el que estás haciendo) y fue todo lo que pude sacar de provecho deportivo… pero en esta ocasión, son otras cosas las que cuentan.



Y mientras tanto mi cabecita machacándome… aunque hoy soy consciente de que quizás me haya venido bien este parón de 3 días, porque me notaba algo cansada, durante el fin de semana no he podido evitar pensar que todo mi esfuerzo no ha valido para nada, que perdería todo el trabajo realizado, que al final no llegaría, que menudo momento para estar con antibióticos, etc… etc… pero es lo que hay, cuando el cuerpo toma las riendas y dice basta, no se puede luchar contra ello… “el cuerpo es muy sabio y ha decidido limpieza”.

Este fin de semana ha sido un punto de inflexión en muchos aspectos. Mis circunstancias me han llevado a tomar algunas decisiones importantes, cambios, cambios, algunos cambios… emocionales, de actitud, de confianza, con nuevos comienzos, otros replanteamientos, nuevo espíritu, nuevas canciones… así es que también para ti hay un buen trocito, porque en estos momentos tan complicados, a estas alturas de la película y en la recta final, has decidido ayudarme, reorientarme y motivarme… quizás ahora no lo sepas, pero para mí es muy importante esto que haces, ¡gracias mil!

Ahí queda eso... miraré bien y no me dejaré ganar.


Y la canción de la semana... dedicada al número 1 de mi vida.

viernes, 14 de octubre de 2011

¿Decepción o realidad?

Tiempos difíciles estos en los que últimamente estoy inmersa... nervios? situaciones extremas? carga? estrés? ansiedad? Se me está haciendo muy dura la recta final, estoy cansada, mis músculos dicen basta, mi corazón no puede batirse más, el aire que respiro me parece angustioso y la cabeza no para de dar vueltas… y aún quedan km por recorrer, segundos que contemplar y cada día que salgo y me pongo las zapatillas me digo “no puedo”… pero siempre hay una fuerza que te ayuda y te empuja, siempre hay alguien… todo llega… todo pasa.

Hace un tiempo leí estas palabras… en ese momento no las entendía, pero hoy, no sólo las comprendo, sino que además, las comparto.

La decepción:

La decepción es un sentimiento de insatisfacción que surge cuando no se cumplen las expectativas sobre un deseo o una persona. Se forma en unir dos emociones primarias, la sorpresa y la pena. La decepción, si perdura, es un desencadenante para la frustración y más adelante, la depresión.

Similar al arrepentimiento, se diferencia en que el sentimiento de arrepentimiento se enfoca básicamente en fallas en elecciones personales mientras que el de decepción se enfoca más en la insatisfacción proveniente del aspecto externo. Es una fuente de estrés psicológico.

La decepción es subjetiva porque depende del resultado esperado de un acontecimiento, por lo que un mismo hecho puede resultar bueno para una persona y decepcionante para otra. Cuando la decepción afecta a las personas, se cambia la imagen mental que se tenia de ellas, sobre todo si afecta a partes fundamentales de la personalidad y puede producir la ruptura de la relación.

Pero más allá de estas palabras tenemos que buscar en nuestro interior, al final es algo de uno mismo, ¿es verdad o es lo que creemos que es? ¿hay una única realidad y diferentes formas de verla? ¿qué es auténtico y qué no? Que tema más complejo en momentos de indecisión, incertidumbre, desesperanza… pero, no nos engañemos, el control está en uno mismo.

Si nunca esperas nada de nadie nunca te decepcionarás.
Sylvia Plath

Nunca nos engañan, nos engañamos a nosotros mismos.
Johann Wolfgang Von Goethe


Y si seguimos buscando en nuestro interior, quizás nos llevemos alguna sorpresa, encontraremos más, otros sentimientos, otras sensaciones… nos saludarán la esperanza, la ilusión, el ánimo y la motivación… porque aunque me repita, siempre hay alguien. Y es a quienes tenemos que agarrarnos fuertemente, los que te tienden la mano en los momentos más difíciles y complicados, debemos aprender de quienes luchan incluso a veces con cosas cotidianas, los que no se esconden, los que afrontan de verdad los problemas aún cuando las fuerzas se les ha acabado y se sienten vacíos… ellos son los verdaderos héroes y heroínas.

Ojalá pudiera ser como una milésima parte de esta heroína que guía este blog, construir de nuevo, levantarse una y otra vez, ser consecuente y afrontar el día a día, confiar… es muy difícil ser valiente, pero hay que soñar y no abandonar nunca, hay que trabajar para que esos sueños se cumplan y que las pesadillas desaparezcan.

Y como viene siendo de costumbre, últimamente en estas semanas… esta es la canción que hoy me regalan. Una vez más… gracias!

A veces un final… es un gran comienzo… y eso sí es una realidad.



The end (The Doors)

This is the end, beautiful friend
This is the end, my only friend
The end of our elaborate plans
The end of everything that stands
The end

No safety or surprise
The end
I'll never look into your eyes again

Can you picture what will be
So limitless and free
Desperately in need of some stranger's hand
In a desperate land

Lost in a Roman wilderness of pain
And all the children are insane
All the children are insane
Waiting for the summer rain
There's danger on the edge of town
Ride the King's highway
Weird scenes inside the gold mine
Ride the highway West, baby

Ride the snake
Ride the snake
To the lake
To the lake

The ancient lake, baby
The snake is long
Seven miles
Ride the snake

He's old
And his skin is cold
The West is the best
The West is the best
Get here and we'll do the rest

The blue bus is calling us
The blue bus is calling us
Driver, where are you taking us?

The killer awoke before dawn
He put his boots on
He took a face from the ancient gallery
And he walked on down the hall

He went into the room where his sister lived
And then he paid a visit to his brother
And then he walked on down the hall
And he came to a door
And he looked inside
Father
Yes son?
I want to kill you
Mother, I want to. . .

C'mon baby, take a chance with us
C'mon baby, take a chance with us
C'mon baby, take a chance with us
And meet me at the back of the blue bus

This is the end, beautiful friend
This is the end, my only friend
The end

It hurts to set you free
But you'll never follow me

The end of laughter and soft lies
The end of nights we tried to die

This is the end.




viernes, 7 de octubre de 2011

Después del Arcoiris

Cuando crees que todo es feo y gris… siempre hay algo o alguien que te sorprende.

Cuando crees que no te mereces nada, cuando piensas que no tienes derecho… cuando crees que no hay remedio… cuando te crees vencida… cuando tus ojos se han secado de tanta lágrima derramada… a lo lejos, una minúscula luz te recuerda que el sol sale cada día.

Siempre hay motivos para levantarse y seguir adelante.

Gracias por este regalo: te quiero.

"Aunque ahora veas las cosas muy negras… todo en esta vida es pasajero, incluso la vida misma… no te tortures por ser humana…"



SOMEWHERE OVER THE RAINBOW

OK this one's for Gabby
Ooooo oooooo ohoohohoo
Ooooo ohooohoo oooohoo
Ooooo ohoohooo oohoooo
Oohooo oohoooho ooooho
Ooooo oooooo oooooo
Ooooo oooooo oooooo

Somewhere over the rainbow
Way up high
And the dreams that you dreamed of
Once in a lullaby ii ii iii
Somewhere over the rainbow
Blue birds fly
And the dreams that you dreamed of
Dreams really do come true ooh ooooh
Someday I'll wish upon a star
Wake up where the clouds are far behind me ee ee eeh
Where trouble melts like lemon drops
High above the chimney tops thats where you'll find me oh
Somewhere over the rainbow bluebirds fly
And the dream that you dare to,why, oh why can't I? i iiii

Well I see trees of green and
Red roses too,
I'll watch them bloom for me and you
And I think to myself
What a wonderful world

Well I see skies of blue and I see clouds of white
And the brightness of day
I like the dark and I think to myself
What a wonderful world

The colors of the rainbow so pretty in the sky
Are also on the faces of people passing by
I see friends shaking hands
Saying, "How do you do?"
They're really saying, I...I love you
I hear babies cry and I watch them grow,
They'll learn much more
Than we'll know
And I think to myself
What a wonderful world (w)oohoorld

Someday I'll wish upon a star,
Wake up where the clouds are far behind me
Where trouble melts like lemon drops
High above the chimney top that's where you'll find me
Oh, Somewhere over the rainbow way up high
And the dream that you dare to, why, oh why can't I? I hiii ?

Ooooo oooooo oooooo
Ooooo oooooo oooooo
Ooooo oooooo oooooo
Ooooo oooooo oooooo
Ooooo oooooo oooooo
Ooooo oooooo oooooo

Y yo ahora, a TI te regalo esta otra, porque sabes lo que TE QUIERO.