jueves, 26 de diciembre de 2013

I Cross de Navidad PÁRIS-MIACUM

¡Al fin! Esta semana ha llegado ese estreno, ese primer cross de la temporada, aunque no haya sido un “cross al uso”, típico y habitual con mucha gente compitiendo, con la adrenalina a tope, con esa sensación de nervios… ha sido algo diferente, pero en fin.


Semana del 16 al 22 de diciembre de 2013: para empezar no es que haya sido una semana muy guay, lunes y martes en “el dique seco” por motivos varios, así es que, me quedaba poco más que hacer el resto de días. Un día para un entreno de cambios de ritmo y otro en el que pude hacer circuito de fuerza y 10 km… el viernes un trote de 30’ y al final, el sábado el cross, terminando la semana con 13 km de carrera continua para soltar la tensión del día anterior.
Ahí voy, intentaré no enrollarme mucho… empecé la semana con tanto ajetreo y sin poder casi entrenar, que lo cierto es que el sábado me notaba bastante cansada y casi sin ganas de competir. Aún así, nos levantamos, no parecía un día muy frío y estaba algo soleado, nos fuimos dirección a correr este primer Cross de Navidad organizado por los clubes Páris y Miacum en la Dehesa de Navalcarbón (Las Rozas).
Al llegar se veía el ambientillo, se estaban celebrando las carreras de las categorías inferiores y lo cierto es que no parecía que hubiera mucha gente, pero sin embargo me encontré con dos de mis excompis del Canguro a las que me alegró mucho ver. Después de los saludos, recogimos los dorsales y nos dispusimos a calentar mientras reconocíamos un poco el circuito. ¡Dicho y hecho! Empezamos a rodar por el circuito en compañía de nuestro amiguete Jose Luis que andaba por allí entrenando y la verdad, fue en ese momento cuando empezaron a entrarme todos los nervios y las dudas al respecto de qué hacía yo allí. Después de unas semanas bastante de bajón y cansada, no me veía con las fuerzas para afrontar ese cross que ciertamente no era nada fácil. Es un cross que discurre en un fantástico entorno entre pinos y de terreno quebrado, pero ofrece un circuito exigente y duro, con cuestas largas llenas de trialeras, muy revirado y el terreno, en esta ocasión estaba bastante seco, con lo que no hicieron falta los clavos. Así es que a medida que iba subiendo y bajando cuestas, me iban temblando más y más las piernas, me estaba pareciendo demasiado duro y empezó a faltarme el aire hasta que me dije: “qué más da Raquel, estás aquí, es un lugar bonito, es el primero, no hay casi gente, salga lo que salga tómalo como un entreno, corre, da todo lo que puedas y disfruta”. Y eso fue lo que intenté, simplemente correr.
Después del calentamiento, un poquito de técnica de carrera, unos progresivos y a la línea de salida… no soy capaz de describir la sensación del momento porque por un lado estaba nerviosa pero por otro, estaba un poco en plan pasota, así es que sonó el disparo de salida y casi sin darme cuenta, me puse a la cola del grupo intentando regular. Creo que prácticamente fuimos juntas todas las chicas el primer km, a partir de ahí ya se hicieron los grupos, en cabeza iban las Canguras y yo intenté quedarme en algún grupo pero me fue imposible… las chicas se dispersaron mucho y al final, casi corrí sola (lo cual tampoco era difícil debido a las poquitas que éramos). Empecé a adelantar algún puesto en las subidas, precisamente esas que tan duras me parecieron y recorté en alguna bajada, pero iba sin aliento, me faltaba el aire y las piernas no me daban mucho, el estómago lo tenía fatal con ganas de vomitas (el desayuno no me había sentado muy bien, creo que voy mejor cuando apenas como), entonces… me acordé de mi primo y le dije “lo siento primo, esta no va a ser mi mejor carrera pero salga lo que salga, será por ti” y de repente me sentí algo más ligera. Pero aún así, no me notaba yo muy metida en harina y prácticamente sola fui bajando, subiendo, llaneando hasta que a unos 300 m, escuché por megafonía como entraban mis dos amigas… ¡enhorabuena chicas otra vez, muy buena carrera la vuestra!


Llegué a meta, en un último esfuerzo apreté un poquito más para tener la sensación de haberlo dado todo, pero lo cierto es que no me sentí así… no me sentí como en esas otras veces que no puedo apenas respirar, que casi no puedo sostenerme en pie porque tengo las piernas cargadas, no… no me sentí satisfecha con el resultado, independientemente del puesto (eso me daba igual), era mi sensación de no haberlo dado todo, era mi sensación de estar allí “de pasada”, era mi sensación de haber perdido el tiempo.
Finalmente felicité a mis amigas y me fui con ellas a trotar un poco para soltar, tras una agradable charlilla, vimos la prueba de Mario y cómo había sufrido lo suyo… ¡bien por ti Mario, tú sí supiste darlo! Y después de eso, terminé con él trotando unos 5 km más.
Al final quedé la tercera de mi categoría, subí al pódium pero con la sensación de no ser merecido, casi hasta me daba vergüenza subir, pero… al final, fue por y para él. Y lo divertido, en representación de las ganadoras, subió un Canguro a recoger ambos premios.




No hay comentarios: