Una vez, un amigo especial me dijo que cualquier persona podía ser capaz de escribir, que no tenía por qué ser un gran narrador o esperar escribir un betseller, sólo era cuestión de observar lo cotidiano e intentar plasmarlo o simplemente dejar que los sentimientos acerca de lo que nos importa, fluyan y se hagan visibles. Y precisamente así es como surge esta idea, de una situación para mí cotidiana que ha hecho desatar mi inspiración.
1 comentario:
Pues mal lugar, yo hay acudo a penar.
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