Termina noviembre y empieza diciembre… el inexorable paso del tiempo contra el que es imposible luchar. Los días se siguen unos a otros, semana tras semana y al final, otro mes más y no nos damos apenas cuenta de ello.
No tengo mucho más que contar de estos días… sigo trabajando, sigo entrenando, sigo encontrando piedras en el camino que apartar, baches que saltar o agujeros que esquivar (o como se diría atléticamente hablando… obstáculos que pasar). Suena todo lamentable y triste, ¿verdad? Y es que depende de cuándo escribes, depende de cómo te sientes… ya sabéis, “el vaso se puede ver medio lleno o medio vacío”, pero no… no es preocupéis que tampoco es todo malo, ni tan negro.
Pocas novedades…
Semana del 18 al 24 de noviembre de 2013: siguiendo la marcha general, esta semana me gustó, fue satisfactoria… km de rodaje, circuitos de fuerza, progresivos y el sábado un entrenamiento duro pero muy divertido (al menos a mí me lo pareció). Así es que allí estuve, con mi compañero de fatiga Javi, dándole a la pista incansables: 4 bloques de 5x400 que fueron cayendo uno tras otro en torno a 1:30… ¡wwwwoooww! ¡qué subidón cuando haces este tipo de entrenamiento! Nos dejó muy buen sabor de boca y listos para afrontar la siguiente semana.
Pero antes de continuar con la siguiente semana, dejadme que haga un kit-kat… al menos un par de cosillas por mencionar, que bueno, suponen un nuevo cambio en mi vida deportiva.
Hace dos años más o menos por estas fechas, quizás un poco antes, tomé una decisión de la que hoy en día, a toro pasado, puedo decir que me siento orgullosa. Una decisión meditada y que en esos momentos me parecía muy difícil de ejecutar, dejar “amigos”, salir de un grupo con los que empecé a conocer este deporte y que me había aportado mucho para engrosar las filas de otro club, fue cuanto menos triste… pero hoy he podido comprobar que “no es oro todo lo que reluce”, que la gente te sorprende, tanto para bien como para mal y quizás, siga haciéndolo en un futuro, con lo que… mejor vivir el momento, disfrutar cada etapa, cada época, aprender de ello y quedarte con lo que realmente merece la pena, seguir adelante y volver a tomar decisiones, una y otra vez. Así es que, aquí estamos de nuevo.
Este año vuelvo a cambiar de club, he pasado dos años maravillosos en el Canguro porque he vivido con ellos un atletismo de verdad, he disfrutado de los crosses, he disfrutado corriendo en equipo, he irrumpido por primera vez en la pista en disciplinas diferentes (desde el 200 hasta el 800) y sobre todo, he conocido gente con un valor incalculable… y es que al final, cuando te crees que tu mundo lo forman unas poquitas personas, te das cuenta de que hay muchas, muchas, muchas más… y que te puedes seguir encontrando con gente fantástica, que siempre tenemos que tener abierta esa ventana porque realmente se pueden vivir grandes experiencias. En resumen… no me queda otra que decir “¡¡GRACIAS CANGURO!!”, para mí habéis sido una gran familia, me habéis dado la posibilidad de “nacer como atleta”, me llevo grandes amigos (ya lo sabéis) y ahora toca “crecer un poquito más”.
Dicho lo cual… quizás os podéis imaginar, por cuestiones y motivos varios, la logística familiar, sentimientos encontrados, sensaciones varias… este año correré con los colores del Club de Atletismo Fuenlabrada (CAF). Y aunque lo nuevo siempre da miedo, también ilusiona, han sido sólo dos años con el Canguro, pero he aprendido mucho, sé lo que quiero y/o necesito, sé lo que me apetece y por ahora, sé que es donde tengo que estar. Vamos a por ello y lo que tenga que venir, vendrá… de momento, toca disfrutar.
Este año me perdía el Cross del Canguro que se celebrara el domingo 24 de noviembre, creedme que me hubiera encantado volver a correrlo porque es un cross precioso, divertido y entrañable… pero, ese mismo día se corría también la Media Maratón de Fuenlabrada, junto con un 10K y un 5K, además de las carreras infantiles. Así es que, como miembro del club estuve participando en la organización de la carrera, ¡qué distinta experiencia cuando estás al otro lado! Pero me lo pasé muy bien, desde las 7:00 de la mañana colocando listas, repartiendo dorsales, ayudando con las inscripciones de los peques, recoger… en fin, estuvo divertido. Y bueno, dado que yo no pude correr, al menos lo hicieron Mario, Ruth, algunos amigos y como no… nuestros peques, que desde bien pronto estuvieron “jugando” con los profes de la escuela de atletismo de Fuenlabrada. Me encanta verles correr, con ese sentimiento y esa fuerza descontrolada, sin perder la sonrisa y alegres como pajarillos… ¡son lo más! Terminé el día con un rodajito de una hora hacia casa.
Semana del 25 de noviembre al 01 de diciembre de 2013: después de la semana anterior, con esta otra semana me esperaba un buen avance, pero… nada más lejos de la realidad… tan sólo pude hacer la primera parte de la semana porque terminé con una gripe o resfriado o virus o como quieran que lo llamen, que me dejó por los suelos… así es que… ¡parón de nuevo!
Semana del 02 al 08 de diciembre de 2013: pues poco que contar… sólo trotes suaves y siguiendo con los virus a cuesta… las fuerzas y las ganas por los suelos.
Semana del 09 al 15 de diciembre de 2013: esta semana parecía que ya me estaba recuperando, vuelvo a retomar los entrenamientos más o menos en serio, progresivos, técnica de carrera, circuitos de fuerza. Sale algún día chulo en compañía de Joaquín y César, otro día con Alicia y por supuesto las compañeras con las que todos los martes y jueves hacemos la fuerza. Al tran tran… poco a poco, voy preparándome para el domingo que llegaba mi estreno de la temporada: ¡por fin el primer cross! Campeonato de Madrid de Clubes de Veteranos Campo a Través, en Parla. Pero he aquí que el destino me tenía preparado otro “estreno”, una sorpresa triste y desagradable que al final no me dejó disputarlo.
Un fin de semana duro e intenso, con mezcla de emociones… un viaje a Málaga en el que disfruté con amigos de buenos momentos, con Mario y los niños, durante el cual pude trotar al lado del mar viendo como el sol aparecía tímido entre las nubes y allí, por el paseo de Torremolinos, disfruté de la compañía de alguien muy especial. Pero no terminaba ahí el fin de semana, porque la mañana del domingo despedíamos a otro ser especial, alguien muy querido con lo que no pude ir a competir. Eso sí, tengo que felicitar a mis compañeras de equipo por su excelente carrera, por su esfuerzo y por sus resultados, tanto a nivel individual como en equipo, pues se erigieron vencedoras de Madrid… ¡aúpa chicas! ¡aúpa CAF!
Y como no podía acabar todo así, en ese triste y agridulce domingo, tuve que quemar mi rabia de la única manera que hoy sé hacer… corriendo. Así es que me fui a Polvoranca a hacer unas series y allí, en un entreno triste y gris, me deshice de algunos miedos, allí en aquél entreno me encontré 5 minutos con mis amigos Oscar y Eva y después, al rato, se acercó un señor muy agradable en bici que estuvo charlando conmigo un rato, sin más, porque sí, porque le apetecía me dijo, hasta el punto en que me acompañó en el último mil… ¡qué curiosa es la vida! ¡qué cosas te pueden surgir o pasar! Y creo la verdad, que no hay que dejarlas pasar porque nunca se sabe… nunca se sabe quién te puede enseñar algo, nunca se sabe quién te puede ayudar, nunca se sabe si esa persona que se acerca a ti, en un momento triste y te dice “me ha encantado charlar contigo” te puede hacer ver el vaso medio lleno en un momento precisamente en el cual, está completamente vacío.
Este es mi especial homenaje, para él, para ellos, para todos los que se sienten tristes en estos momentos.
Y yo por mi parte… pues a intentar seguir, a ver qué consigo hacer esta semana, a ver hasta dónde llego, a ver si por fin “me estreno” y busquemos, busquemos retos, metas… seguiremos superando gripes, bajones, malos momentos porque hay que ir en busca de los buenos.
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