Aquí estoy otra vez, como dice el título de esta entrada, de vuelta… ¿y tú lo estás?
Después de tres semanas de descanso, tras un completo parón deportivo, toca volver a la carga. En estas tres semanas de viajes, de sol y de playa, de familia y de amigos, de excesos alimenticios y también de alguna que otra reflexión… no ha habido ni un solo km al que haya sucumbido y por el que haya tenido intención de ponerme las zapas. Y es que, directamente y por “prescripción médica”, no las eché en la maleta, para evitar tentaciones.
Ha sido una desconexión total, mis músculos han estado tan dormidos y lejos de mi mente durante tanto tiempo, que ahora no se acuerdan de cómo empezar, se han olvidado del movimiento, de los madrugones, de los impactos, de los estiramientos… y están demasiado vagos, la pereza me invade y me está costando mucho arrancar.
Y creo que la conclusión es que, en relativamente poco tiempo, puedes llegar a perder tanto la forma, que no te explicas cómo y cuándo, si será posible volver a la “normalidad”, si podré de nuevo trotar sin que me suban las pulsaciones a casi 180 ppm a un ritmo de 5:30, si llegaré a ese punto óptimo para poder atacar mis próximos objetivos y por supuesto, poder hacerlos realidad… porque a día de hoy, según me encuentro ¡parece imposible!
Al menos yo, pienso que en ese sentido, este deporte es muy desagradecido… cuando paras, pierdes mucho y luego cuesta una barbaridad volver, coger ritmo, llegar y estar… porque esta última parte, mantenerse, es verdaderamente complicado, correr sin lesiones, sin dolores, dándolo todo, yendo a por más, sin parar, sufriendo y disfrutando por ello… es un auténtico milagro.
Así pues, volvemos a la carga… eso sí, con muchas ganas, con objetivos nuevos, con más entrenamientos, con una buena planificación, desde cero, desde el principio y bien hecho, con una pretemporada como Dios manda y rezando porque no haya lesiones, porque mi cuerpo aguante, por hacerlo bien, por conseguirlo y por “querer seguir queriendo”.
De momento no tengo mucho que ofrecer, estas dos semanas han sido muy tranquilas, para empezar a despertar a esos músculos que tan perezosos están, volver a la rutina, a los entrenos de las 7:00 de la mañana, los madrugones, el frescor del parque y los amaneceres, para avisar a mi cuerpo de que esto no es ni el comienzo, aún no hemos empezado ni la pretemporada… es sólo un preludio de lo que tiene que venir, porque me consta de que habrá mucho y muy duro… será un año fuerte y hay que estar preparada, así es que… let’s go!!!
Semana del 13 al 19 de agosto: 30 minutos suaves.
Semana del 20 al 26 de agosto: 40 minutos suaves.
Dos semanas de rodaje muy tranquilo por el JCI… y sus amaneceres (que os dejo en fotos).
1 comentario:
¡Qué razón tienes! Después de 20 días sin correr durante mis vacaciones las agujetas me están matando. Volveremos a ponernos a tono y juraremos que no volveremos a parar. Al menos, hasta las próximas vacaciones. Vamos!
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